TTranscurria la tarde del 6 de Noviembre, nos encontrábamos en la Plaza de San Julián vísperas de misa en la Iglesia de nuestra hermandad. Eran las 20:00h, y en la calma de nuestra tradicional plaza se notaba cierta incertidumbre de lo que iba a acontecer. Aparecían hermanos, hermanos costaleros, capataces, amigos de otras hermandades, y todo aquel que se aproximaba hacía la misma pregunta… ¿Niño, que tenéis preparaó que estamos de los nervios esperando el momento?
Lo cierto es, que lo que estaba preparado, se guardaba en secreto. Era la intención, aquella de crear expectación, aquella por la cual se interesaron varios medios de comunicación, aquella la cual genera conversaciones en los mentideros cofrades, aquella la cual era necesaria para lo que iba a ocurrir.
“Lo que no se ve, se verá…” comenzó en nuestra casa hermandad a las 21:30h. En una mesa, se sentaban mis compañeros de costal Daniel Ataide, Israel Noguera y Miguel Ángel. A la derecha de ellos nuestro Hermano Mayor D. Francisco Granados y a la izquierda el Hermano Mayor del Rosario de San Julián D. Juan Carlos.
Ellos se enfrentaban a la citación acontecida, ellos tenían que no defraudar a los presentes y expectación creada; y así lo hicieron.
“Lo que no se ve se verá…” era poco más que enaltecer los momentos anónimos del costalero. Aquellos momentos que nadie ve. Momentos de noches de ensayos, momentos de igualas y retranqueos, momentos que llevamos muy dentro y que queríamos compartir con el resto.
La sorpresa era una proyección de imágenes de estos momentos anteriormente nombrados. Una proyección que transmitía todo aquello que queríamos expresar, y que con palabras… pocas veces se puede.
Qué gran trabajo fotográfico realizaste Daniel Ataide, que momentos de tanto sentimiento vimos en esas imágenes.
Acabo el acto tomando la palabra nuestro hermano Daniel y Hermano Mayor, donde expresaron el agradecimiento a la asistencia de todos los que allí nos citábamos. Seguidamente se presentó el calendario creado para bienes sociales de este grupo de costaleros.
El calendario lo podéis conseguir a través de la casa hermandad o de algún costalero de la hermandad. Su precio es de 10€ y en el se representa todas las imágenes de “Lo que no se ve, se verá…”
Para terminar dejemos anotada la dedicatoria que aparece en el calendario:
“Este calendario está dedicado a todos los Costaleros que entregaron sus fuerzas y sudor a los pasos de Sevilla y que por circunstancias de la vida dejaron el costal, los consejos y sentimientos aún perdura entre nosotros de aquellos Maestros de las Trabajaderas.”
-Gracias-
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